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Cada vocación a la Compañía de Jesús se nutre de generosidad, dedicación y oración. La labor de los jesuitas en todo el mundo es posible gracias a la colaboración de personas como tú, que entienden la importancia de acompañar las nuevas vocaciones en su camino de servicio a Dios y al prójimo.

Cada euro que donas se transforma en formación, en recursos y en manos dispuestas a servir. Los costes de mantener viva esta misión son muchos y variados: desde la formación integral de nuestros futuros jesuitas hasta la sustentación de proyectos que llevan el Evangelio a quien todavía lo desconoce.

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