Nos ha inspirado

Testigos

por

Los jesuitas Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes Mozo, Amando López Quintana y Juan Ramón Moreno Pardo; la cocinera de la universidad, Julia Elba Ramos, y de su hija de 16 años, Celina Mariceth Ramos.

Ocho nombres. Distintas nacionalidades. Religiosos y laicas. Hombres y mujeres. Viejos y jóvenes. Desde el rector de la UCA (Universidad Centroamericana José Simeón Cañas) hasta la empleada doméstica de la comunidad. Todos unidos por el mismo proyecto: el Evangelio, que ante la injusticia se vuelve impertinente.

Todos truncados por la misma muerte: un asesinato colectivo dentro de su misma casa, el 16 de noviembre de 1989 en El Salvador. ¿Su «culpa»? Educar, no para la sumisión, sino para la libertad que trae Jesucristo. Sus verdugos se aseguraron de dejar pruebas falsas antes de partir. Los mártires dejan en herencia un jardín de rosas rojas que grita, con sangre y perfume, el invencible poder no-violento del Reino.