¿Desear la pobreza?
Antes de ser jesuita viví en un Colegio Mayor en Madrid. La costumbre en el Colegio era personalizar la habitación. De hecho, los veteranos decían que se puede conocer a un colegial entrando en su habitación. Y yo la inundé con fotos, posters, recuerdos de viajes y posavasos por las paredes. En definitiva, la forré de todo lo que me gustaba y de lo que quería mostrar de mí mismo. Cuando, viviendo allí, empecé el discernimiento para entrar en la Compañía, aquella habitación empezó a...