Sufrimiento y Voluntad de Dios
Recuerdo a Teresa, una mujer que pedía en la puerta de mi parroquia. ¡Una mujer tan distinta a mí! Con otras heridas de la vida, otras ilusiones de futuro, otros deseos e inquietudes. En cambio, su mundo “paralelo” me asomó a algo profundamente transformador: la certeza de que Dios la miraba a ella con una ternura y compromiso insospechado para mí. Nos cuesta tremendamente acertar con el modo como Dios nos mira a cada uno. Pero mucho más fácil nos resulta intuir cómo Dios mira a otros,...