Al principio era la Fórmula
“Cualquiera que en nuestra Compañía, que deseamos se distinga con el nombre de Jesús, quiera ser soldado para Dios bajo la bandera de la Cruz, y servir al solo Señor y a la Iglesia su Esposa bajo el Romano Pontífice Vicario de Cristo en la tierra…” Así comienza la Fórmula del Instituto, tan fundamental para los jesuitas en tanto que define de forma clara a dónde debe dirigirse la Compañía y cuál debe ser su forma de vida. Mediante su aprobación en 1540 se fundaba oficialmente la Compañía de...