Nuestra historia

Sólo tres cosas

Si tuviera que elegir tres cosas del legado que san Ignacio nos dejó a los jesuitas y a toda la Iglesia, me quedaría con las siguientes. Lo primero, su capacidad de autoconocimiento. La sabiduría que contienen sus Ejercicios Espirituales da fe de una persona inteligente que conocía bien sus entresijos más profundos. El combate interior, la gestión de consolaciones y desolaciones, la fuerza con la que se compromete al seguimiento de Jesús... quedan plasmados en las páginas de los Ejercicios....

El apóstol de Brasil

José de Anchieta nació en San Cristóbal de la Laguna, Tenerife, en 1534. Como algunos jóvenes de su tiempo, fue a la Universidad de Coímbra con el fin de forjarse un brillante futuro. Con 19 años, ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús y con 21, encendido por el deseo de que otros conocieran el nombre de Jesús, partió para América donde vivió y murió dedicado a la misión. Nacido para destacar, lo hizo conforme al Evangelio. Fue un gran lingüista, literato, médico, arquitecto,...

Perseguido

Nicolás Owen (1550-1606) nació en Oxford, en una familia donde el coraje y el valor se aprendían desde niño. Su padre le transmitió la fe católica en medio de la persecución, su hermano mayor arriesgaba la vida en su imprenta publicando folletos católicos en medio de la persecución protestante y, otros dos hermanos, se ordenaron sacerdotes clandestinamente. Nicolás aprendió bien el oficio de carpintero y albañil, siguiendo los pasos de su padre, para proteger a los católicos perseguidos....

Esclavo de los esclavos

Pedro Claver (1580-1654) nació en Verdú, España. En su etapa universitaria en Barcelona conoció la Compañía de Jesús y decidió entrar en ella. Ya como jesuita estudió filosofía en el colegio de Montesión de Mallorca, del cual era portero el hermano Alonso Rodríguez, a la postre san Alonso. El santo hermano encendió en el joven jesuita el deseo de ser misionero en el Nuevo Mundo. Claver se ofreció y el provincial le envió a Colombia en 1610, donde recibió la ordenación en 1616. Allí pasaría...

San Ignacio y el billar

Hace poco topé con una anécdota curiosa que habla del carisma de Ignacio, de su arrojo a la hora de apostar la vida… Y me hizo recordar la pasión que tiene que mover toda vocación. Lo encontré en un libro de Pedro de Ribadeneyra y dice así: En París había un doctor teólogo, al cual deseó mucho Ignacio ganar y traerle al conocimiento y amor perfecto de Jesucristo: y habiendo tomado para ello muchos medios sin provecho ninguno, fue un día a visitarle a su casa con un compañero que me contó lo...

Vidas Entregadas IV

Vidas Entregadas es una serie de vídeos en la que presentamos la vida de algunos compañeros jesuitas que han entregado su vida al servicio de Dios, la Iglesia y el mundo. Su testimonio nos emociona y nos anima a entregar también la nuestra. ​​En el cuarto episodio, ​descubrimos a Agustín Udías, sacerdote y geofísico, experto mundial en terremotos y volcanes. Su vocación se inscribe dentro de la tradición de grandes científicos que pueblan la historia de la Compañía. Y conocemos...

Un jesuita en el exilio

José Pignatelli (1737-1811) nació en el seno de una familia noble. Recibió la fe en su casa y en el colegio de los jesuitas de Zaragoza, su ciudad natal. Con 10 años ya había vivido la muerte de sus padres y con 16 entró en el Noviciado, siguiendo después el itinerario normal de formación en su época. Pignatelli había abandonado la vida privilegiada de Grande de España por la sencilla rutina de un profesor jesuita, pero todo cambió súbitamente cuando el rey Carlos III expulsó a la Compañía...

De soldado a santo

Dominic Collins nació, hacia 1566, en la ciudad de Youghal, en Irlanda. Tendría unos veinte años cuando partió para Francia. Allí decidió seguir la carrera militar, en la que tanto se distinguió que rápidamente fue promovido al rango de capitán. Durante la cuaresma de 1598 se encontró con un paisano irlandés, un sacerdote jesuita de nombre Thomas White, al que confió su deseo de hacer algo más con su vida. Decidió que lo que más deseaba era entrar en la Compaña de Jesús como hermano. Al...

El descubridor del Nilo

Richard Francis Burton y John Hanning Speke han pasado a la historia como los descubridores de las fuentes del Nilo en 1858, año en que situaron en el mapa el Lago Victoria. Sin embargo, fue un jesuita español llamado Pedro Páez, quien había descubierto, dos siglos antes, cuál era la fuente principal de uno de los ríos más grandes del mundo. Pedro nació en 1564 en Olmeda de la Cebolla, estudió en Alcalá, fue ordenado sacerdote en Goa, e inició un largo viaje hasta llegar a la costa somalí....