Miedo a enamorarme
Esto puede sonar escandaloso, pero no me da miedo enamorarme siendo religioso. De hecho, creo que es una experiencia casi necesaria. Pero da un poco igual lo que yo crea o lo que nos diga el estereotipo del buen religioso. Porque la realidad es que uno no elige enamorarse o no enamorarse. Sería algo así como tener miedo a tener el pelo rubio o que te gusten las lentejas. Son partes de nuestra vida que están ahí, que en cierta medida nos pueden determinar, pero que no elegimos. El riesgo...