Entrar en el noviciado

Nada especial

Últimamente me viene a la memoria lo que varias veces he escuchado a muchos jesuitas jóvenes: «los hermanos me han enseñado qué es la vocación jesuita». Pedro Claver, «esclavo de los esclavos» en Cartagena de Indias, aprendió a ser jesuita en la amistad compartida con Alonso. Dos santos jesuitas: un hermano y un sacerdote. Los jesuitas hermanos son hombres que, teniendo vocación a la vida religiosa en la Compañía de Jesús y profesando sus mismos votos, no se sienten llamados al sacerdocio...

La entrada

"¿Cuántos años tenías al entrar en la Compañía? ¿En qué situación te encontrabas?" Estos compañeros jesuitas nos hablan del momento preciso en que decidieron entrar en la Compañía. Dar el paso no es fácil... pero cuando Dios habla, uno no se puede resistir. O sí, pero entonces nada merece la pena. Cada uno de estos compañeros se encontraba en un momento vital. En medio de los estudios o de la vida laboral, terminando una etapa u empezando otra... ¿Qué más da? Todo palidece cuando uno siente...

Liturgia en compañía

La formación durante el noviciado es una de las partes a la que más tiempo se le dedica, por lo que es importante cuidarla, trabajarla y tratar de aprovechar según los talentos que nos da el Señor a cada uno. Es a esta formación a lo que los novicios dedicamos muchas de las mañanas y algunas tardes, y son generalmente impartidas por los jesuitas formadores o por otros colaboradores.Sin embargo, en otras ocasiones, recibimos cursos intensivos fuera del noviciado, que aportan otros puntos de...

Tres palabras clave

Vocación, esperanza y responsabilidad son tres palabras que siempre van de la mano. Cada vez que un joven generoso es capaz de decir “creo que Dios me llama a ser jesuita”, la esperanza se abre paso como una semilla en la tierra. Recuerdo bien cómo la mera intuición de ser sacerdote en la Compañía de Jesús tenía la fuerza suficiente para proyectarme al futuro y hacer que me entretuviera durante horas entre ensoñaciones de entrega a Dios y servicio al prójimo. No hay vocación que no implique...

Ningún jesuita es una isla

Los cristianos han vivido y compartido su fe en Cristo desde el mismo momento de su muerte y resurrección. La etapa en el noviciado es para muchos de nosotros la primera oportunidad para experimentar una fe en comunidad no solo compartida, sino también vivida de forma explícita conviviendo entre nosotros y con otros jesuitas ya formados. El noviciado, como primera etapa de formación para los jesuitas, es tiempo de novedades, aprendizaje en el camino vocacional, y a veces corremos el riesgo...

Sin máscaras

Cristo nos llama a seguirlo en pobreza y en humildad; es decir, quiere que le sigamos quitándonos nuestras máscaras, las cosas que nos hacen parecer «mejores»: el dinero que tenemos, los estudios que hemos hecho, nuestras «espléndidas» habilidades… Nos pide dejar a un lado las seguridades materiales, y quitar importancia a aquello que creemos que es nuestra fuerza. Para ser jesuita no es necesario tener cien dones y mil habilidades, Él no llama según lo que nosotros creamos poder dar. Él...

¿Fail Vocacional?

"Bueno, si ahora no digo que sí... Dios siempre vuelve". Es cierto, Dios es bueno, por eso llama cuantas veces sea necesario. En otras palabras, es fácil pensar que volverá a pasar el tren. Y es verdad, quizás, que el tren volverá a pasar, porque depende de Dios y confiamos en que Él no fallará. Lo que no sabemos es si nosotros volveremos a estar allí otra vez para cogerlo. Quizás el tren vuelve a pasar, pero quizás no estarás en el mismo sitio. Cuando alguien siente que Dios le llama,...

Estudiar durante el noviciado

Como ya sabemos, el noviciado es la primera de las etapas de la vida de cualquier jesuita, y se encuentra estructurada en cuatro experiencias fundantes: ejercicios espirituales, servicio en hospitales, vida en una comunidad jesuita diferente del noviciado y peregrinación en pobreza. Sin embargo, estas experiencias ocupan únicamente cuatro meses de los dos años que dura el noviciado. ¿Qué hace un novicio durante todo el tiempo restante? Una de las principales actividades que le ocupan a lo...

El hombre de Dios

Pedro Arrupe nace el 14 de noviembre de 1907 en Bilbao. Hijo de Marcelino Arrupe y Dolores Gondra, es el pequeño de cinco hijos de una familia profundamente católica. Después de trasladarse a Madrid para estudiar medicina, entró en la Compañía de Jesús. Tras ser ordenado sacerdote, y pasar los años de su formación en Bélgica, Holanda y Estados Unidos, el  Padre Arrupe cumplió su sueño: ser enviado a Japón como misionero. A lo largo de su vida soportó el destierro, fue encarcelado,...

Ser Jesuita
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Más información