Rutina
A CADA DÍA LE BASTA SU AFÁN La primera vez que tuve la posibilidad de conocer el noviciado durante la visita que hacíamos con el prenoviciado hubo varias cosas que captaron mi atención: la capilla con el Cristo sonriente de Javier en el centro y la amplia sala de estar donde se toma el café y se lee el periódico. Sin embargo, lo que recuerdo que más me impactó fue la distribución ordinaria de la semana de un novicio que estaba sobre mi escritorio. La mayor parte de las horas tenían alguna...