Algunos de nosotros hemos ingresado en la Compañía inspirados por grandes personas, grandes hombres de Dios que nos han inspirado a apuntar más alto y mirar hacia arriba…
Parte del noviciado está destinado a empaparse de la enorme riqueza humana que encierra la Compañía aquí y ahora. Aprovechando la gran variedad apostólica en Bilbao, en las primeras semanas de noviciado nos hemos dedicado a visitar y conocer las distintas comunidades y obras de la ciudad, concentradas en tres núcleos:
>> Jesuitak Indautxu: la casa donde vivimos, en la que comunidad, colegio y parroquia se encuentran interconectados.
>> Deusto: con la Universidad, el Colegio Mayor y la comunidad de jesuitas.
>> Arrupe Etxea: sede de diversas actividades sociales y pastorales (F. Alboan, F. Ellacuría, Centro Loyola, Grupo Comunicación Loyola, CVX y grupos Magis). En ella también se encuentran la comunidad de jesuitas y la Iglesia del Sagrado Corazón.
Ver lo que en ellas hay de Dios es conocer a cada una de las personas que las forman y contemplar cómo hay una historia de salvación y esperanza detrás de cada rincón y cada mirada. Adentrarse en las tareas diarias de múltiples vocaciones es contemplar la Compañía con microscopio, viendo su universo de relaciones y sensibilidades: unas con más fuerza y protagonismo, otras más anónimas y rutinarias.
Le pedimos al Señor que de esta contemplación brote la ilusión y alegría de la construcción del Reino en un camino en salida con otros, para que así sepamos discernir en un futuro a dónde nos llama como hombres y como jesuitas dentro de la Compañía de Jesús y su misión.